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sábado, 13 de diciembre de 2008

de una conversación sobre medios de lucha

en respuesta a la pregunta de un amigo, comparto estas ideas...

lucha:

1. Oposición, rivalidad u hostilidad entre contrarios que tratan de imponerse el uno al otro.

2. Esfuerzo que se hace para resistir a una fuerza hostil o a una tentación, para subsistir o para alcanzar algún objetivo.

pacífico:

1. adj. Tranquilo, sosegado, que no provoca luchas o discordias.

2. adj. En paz, no alterado por guerras o disturbios.

3. adj. Que no tiene o no halla oposición, contradicción o alteración en su estado.


Vivimos en una sociedad dividida en clases, cada vez más polarizadas y antagónicas en sus intereses. El conflicto inherente a tal forma social ha sido y es permanente pero tiende a agudizarse, las contradicciones son más evidentes.

La lucha por superar tales condiciones ha sido constante con períodos de mayor o menor violencia externa donde prevalece la teoría o la acción, si bien ambas se encuentran siempre presentes y dependen la una de la otra.

Más que lucha pacífica, conociendo el carácter violento del poder instaurado, diría lucha por medios pacíficos, por parte de los sectores oprimidos (ej. Gandhi), pero lucha al fin. Y luchas por medios violentos (ej. Guevara), de parte de los oprimidos, cuando la violencia de los opresores en su resistencia al cambio lleva a la sociedad a una conforntación abierta.

En fin que la lucha existe, manifiesta conflictos reales producto de una sociedad contradictoria, sólo cambian (y se complementan) las vías de lucha, ambas legítimas y necesarias según sean las necesidades igualmente legítimas de quienes la invocan y practican, según sea la violencia/resistencia del poder establecido.

Digo que no existe lucha pacífica, sino lucha por medios pacíficos, de nuestra parte. Por la parte contraria, que impone la violencia en el sistema, no se puede hablar de paz.

Lo que no podemos hacer, es ir tontamente a la lucha frontal en desventaja material y/o intelectual. Lo que debemos, luchar por todo medio viable y necesario, acumulando fuerza humana consciente, victorias en lo científico intelectual frente a las mentiras del poder y en lo físico material.

Creo que la lucha empieza por armarse en la cabeza pero termina lamentablemente en las armas, hay que ir responsable y constantemente paso a paso hasta el final, para el cual considero vital que exista el suficiente fondo para sostener una victoria costosa en términos de vidas humanas.

Por eso considero poco responsable el inmediatismo, coyunturalismo del cierre violento que no suma ni gente, ni victorias intelectuales, ni materiales, y sólo sirve para liberar hormonas, si esos mismos individuos no se dedican a un esfuerzo constante individual y junto a las comunidades.

Conste que no descarto el método, estuve allí mientras pude, de alguna manera me tocará estar ahí de nuevo, pero honestamente no es suficiente ni productivo per se para nuestra lucha en las condiciones actuales.

Igualmente jodido está el exquisito intelectual que tenga asco a sudar en la marcha, ensuciarse las manos con la tierra y soltar un balazo el día que sea necesario; como el terco que cree ayudar al pueblo liberando su stress, sin esforzarse por construir alternativas haciendo 'sudar' el cerebro. Por eso, para estar lamentablemente ahí, porque es 'justo y necesario', y consciente que nadie tiene asegurado llegar a saborear el día de la victoria cuando se mete en ésto, por eso hago el trabajo que hago.

Les dejo con un código de ética cortísimo, completo y fundamental:

A mis hijos

Queridos Hildita, Aleidita, Camilo, Celia y Ernesto:

Si alguna vez tienen que leer esta carta, será porque yo no esté entre Uds.

Casi no se acordarán de mi y los más chiquitos no recordarán nada.

Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones.

Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.

Hasta siempre hijitos, espero verlos todavía. Un beso grandote y un gran abrazo de

Papá



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